Tres psiquiatras y el hombre que se ahogaba. Dilemas Morales y Éticos
¿Y tú que piensas?
Tres psiquiatras estaban a la orilla del mar y vieron a un
hombre que se ahogaba. Se preguntaron qué hacer. El primero, sin dudarlo, se
lanzó al agua y casi muere en el intento por no saber apenas nadar. El segundo
calculó mejor: tomó un bote cercano y se puso a remar. Pero la víctima no
conseguía subirse a él y se hundía otra vez. El tercero, resolutivo, pidió a un
marinero que contemplaba fríamente la escena que recogiera al bañista con su
lancha a motor y que le pagaría por ello.
Y esta vez sí hubo suerte. Pregunta:
¿quién es el héroe de esta historia? Uno tuvo la mejor intención. Otro fue
prudente. El tercero, pragmático. Los tres hicieron bien, aunque el resultado
fuera distinto. Para hacer lo correcto habría que hacer como esos tres. Fijarse
en la actitud, por una parte.
Pero también en el valor en sí de la acción. Y en
el tipo de consecuencias que esta acarrearía. Aunque casi siempre sólo tenemos
en cuenta una de las tres cosas, pocas veces dos, y rara vez las tres. Depende.
Hay quien es más voluntarioso que inteligente, y al revés. O quien se queda en
medio, el prudente.
Pero todos tenemos un poco de las tres cosas. —Y un poco de
maldad también, ¿no? Hasta cuando somos buenos. Tú mismo lo has dicho antes
—apostilló el muchacho—.
FUENTE:
"La vida avanza en espiral Ariel. 2.016.Norbert Bilbeny.
Catedrático de Ética de la UB (Barcelona)
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